lunes, 27 de mayo de 2013

Patricia Verón






Un ser anterior se asoma a veces
suele asustarse de las disonancias
o sea de casi todo
entonces busca aquello
que lo deje un rato respirar
Un kairós ciego
busca el silencio
que ligue lo que presiente a lo que ignora
detrás suyo nacen amontonadas las palabras
destinadas y olvidadas después de su destino
Un lenguaje entonces anterior
a este que oscuramente nos acompaña
que no  tenga aguacero ni comienzo
que no tenga ni yo ni vos ni aquel
tan solamente un pensamiento
en vías de extinguirse
flexible más flexible y certero…









Abras


 
1.

Hay que nos dice suficiente
y suficiente es siempre
la parte que calla.


2.

La noche ahora sin huecos
es una planicie liviana
sin vértebras tirantes,
cada cosa dicha
iza un pañuelo que flamea
a favor
de los días que vengan.


3.

¿Quedarse a esperar qué?
No hay nada que esperar,
mientras nos vamos
lo hecho define
su recorrido inexpugnable.


4.

Cómo es la cosa
a manos llenas que vacío
y vuelvo a llenar
y vacío
en el molde el barro
hasta que solo la palma estima
la forma exacta
y palpa lo fallido,
una posibilidad
la historia en lo pequeño.



5.

Lo tremendo es real
pero bastante seguido
miente.


 [...]








De Emilia (inédito).












miércoles, 22 de mayo de 2013

Laura Wittner







Balbuceos en una misma dirección


                                       Todo es un poquito raro.
                                                                           Juan Lima

                                                       E tutto è molto strano.
                                                                 Eugenio Montale



1


Las cosas enrarecen
a la primera de cambio.
Un empujón magnético
–invisible, indoloro– ya desfasa.
Un cambio de jerga que tapa un conducto
abre otro y transfiere
el escenario entero al contexto de al lado.

Y allí, tras las paredes de papel,
queda el sentido, bamboleándose.



2

Se esconden, los sentidos,
unos detrás de otros. Hacen cú-cú
en esa larga fila de metamorfosis,
signos leídos a velocidad
y sonidos que un instante son sutiles
y al siguiente, monstruosos
(como los que entran, de noche,
por un solo lado de la almohada).


3

Además: el pacto de credibilidad.
Todo, un día, es lejano; se piensa
en la especie humana como en “ellos”.
Se les admira la organización,
el ingenio en inventos
como el cochecito de bebé,
el colectivo, la heladería artesanal.

Otro día hasta ese aroma eléctrico
a simulación de pan casero
ennoblece el curso que hemos dado en seguir
(nosotros, los cositos
surgidos en la Tierra).



4


Estos traspiés
entre lo que se esperaba y lo que es.
Ver un momento, solamente,
de la larga vida ajena:
sentados en la puerta de su casa
toman cerveza mientras baja el sol
y por mascota ahí nomás tienen pastando
una vaca, un caballito, un pony.


5

Lo falso siniestro.
Las sombras con perfil de monstruo
remodeladas ante cualquier luz,
las amenazas convertidas en picnics,
el día de pánico en vano
archivado junto a tantos otros.



6

Igual que la burbuja –que es perfecta
cuando surge y sabe equilibrarse
de los labios al aire y ascender
seductora, reflejando el universo
hasta que deja de disimular
su condición de frágil detergente
para, con veleidades de espejismo,
unirse al aire, dejarse tragar
por ese medio graso y agresivo,
pesado hasta la sordidez
que se había ofrecido a sostenerla–
es el impulso, la voluntad.


7

Qué caos.
¡Qué cacho...!
¿Qué catzo...?

El campamento está armado en la frontera
pero también la frontera es imprecisa
y además, claro, es sólo un campamento.












Calladita la boca
en el corazón de una ciudad:
martilleos, mazazos, piares,
medias lenguas, metales del almuerzo;
se ronca, se silba, se pone la radio
a cualquier hora y a cualquier volumen,
se le da con ganas al teclado, se llora,
se oye llover
como quien oye llorar,
se respira despacio, se oye
cómo respiran las paredes
(aun azulejadas)
así como en el campo
respiran los caballos quietos
y los árboles de tronco pétreo
y respiran, en realidad, las piedras
en una orilla y hasta hablan –
dicen una, dos palabras.







De Balbuceos en una misma dirección, Gog y Magog, 2011.










domingo, 19 de mayo de 2013

María del Carmen Kril








Pieza íntima


Soy pequeña en la casa.
Doy vueltas al espejo
me acerco
me escondo en el placard
donde las camisas de mi padre
de brazos caídos
esperan la orden del color
para empezar el día.

Empiezo el día como un animalito ebrio
que conduce sin zapatos
la sombra     monotonía
de los placeres inalcanzables
duro ruego     verguenza antigua
al desear ser la otra
asida de las corbatas
como de una soga de salvación
que espera la orden
para terminar el día.

Termino el día     allí
sentada frente a la puerta
estatua de jabón bajo las axilas.

Los brazos se levantaron.
Me recogen en el aire.









Tono


Cuando ya nada tenga que hablar con los humanos
hablaré con los pájaros.
La pastilla de moda
aplacará mi locura en la tarde,
en la mañana.
Tendré alas suficientes
para sobrevolar el mediocre insistir
de los comunes.
Nada especial pasará por mí
que no haya vivido antes,
cuando jugaba desde el nido
a hacer tortitas de barro.
Nada especial ni diferente
que no haya vibrado en mí,
en el justo tono del canto de la infancia,
nada que su lenguaje no me haya dicho.

Cuando no pueda hablar con los humanos
volaré con los pájaros
hasta la locura de la tarde
desde la mañana,
buscando niños que miren hacia arriba
esperándonos para cantar,
para escribir.








martes, 7 de mayo de 2013

Tomás Watkins






Ícaro



Quiero para mí
la voluntad de la gota
que cae sin lastimarse
ni hacer daño










Noche de Walpurgis



En orden silente
las malditas desoyen
voces de cautela

La vieja labor
de amar la muerte
florece

Algo más arde sobre el fuego











Alejandría



El Imperio
no pudo sostener su lengua


Leídas por las llamas

las palabras

muertas












De Mitología, 2012.