jueves, 28 de febrero de 2013

Carina Sedevich




23

Yo no soy tu sendero
porque no soy de tierra:
soy de agua y de fuego
y de viento después.
Pensá, mirá pasar mi cuerpo
por tu cabeza repleta de erecciones.
¿Duele?
Un gesto
para poner tu mano sobre mí.
Uno te pido.
Si no, nada.
¡Al mundo de los otros!
¡A juntar tus cigarros, tus pasajes, tus cuitas!
Los miedos que yo sé…
¡A cagarse!
Mi sangre te di.
Mi aire te di.
Mi fruto.
Y ahora me quemo
deliciosa, al borde, y no sabés.
No conocés lo ígneo de las cosas.
Esperá, dejá pasar:
florezco en este juego.
Y me dan ganas de acercarte calas,
cenizas y cajitas.
Muerto.
Y yo que te di vida tanto tiempo.



De Como segando un cariño oscuro, Ediciones llantodemudo, 2012.





x

El aire fino
hace algo con la luz.
La traiciona.
Señala, casi
un lugar.
Sostiene
nuestro cuerpo
difuso.
Su paso.

 


De Cosas dentro de otra cosa, 2000.








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