viernes, 15 de julio de 2011

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dar con la piedra que funda la casa
recorrer los susurros
    de quien huyó

el secreto a veces
retoma
la imagen
d e  e s e  v u e l o

en otro cuerpo de entonces
dejamos quejas
       peros
caminos sin cuándos en
lo minúsculo

despedir los susurros
de quien huyó
en cada vano retorno

dar con la piedra que
         la derrumba

sábado, 9 de julio de 2011

Elena Anníbali


fui a las altas oficinas del silencio

llamé
no me atendieron

llamé
tome un numerito, dijeron

tuve sed, y tomé el agua del pueblo

esperé mucho, mucho
sentada
parada
acostada

vi las cortinas mugrientas
las revistas de las star
el cuadro de la amazona del siglo XIX

desesperé

después de un tiempo
quise salir
gritar
espantar el oscuro pájaro de la nada

y la puerta estaba cerrada
y el cuadro como siempre
y el pájaro sombrío parado en mi pecho
cenando
mi lengua

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la mosca entró en el ojo de mi padre, comió
todo el esplendor
la luz

donde antes había un hombre de 86 kilos arando el campo
ahora hay un trapito

si lo arrojás al viento, vuela
y es
una semilla de la rabia
largando sus uvas amargas
sus tristes uvas para el hambre
del diablo

llevo su sangre en mi sangre

perdónenme


Poemas extraídos de http://chemadamme.blogspot.com
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I

te dio miedo la ahorcada en la pieza?
te dio miedo la grieta en la bañera?
la falta
de luz
en la casa?

alguna vez contaste a tus muertos que cuando pasan
a tu lado
dejan un perfume a rosa y podredumbre?

te corriste de la vereda de la loca
empuñando, no sé
tus razones
tu lógica
tus bienes a resguardo del tiempo?

yo sé que abajo de mi rostro, un rostro
muere

que su cáscara, sus simetrías, dejan paso
a un desaliño de huesos
y flores

y que algo más alto, más oscuro, llega por mí
y no es el ángel



II

soy tan de Dios como una hoja
un perro
un tramo de alambre

pero algo en mí
un monito parlante, un monito
ansioso y rebelado, no se conforma
con abrir la granada y ver
chorrear sus jugos

quiere, además, la gracia
del nombre, la gracia
de la garganta sin sus cuerdas
sin el buitre especular del silencio

sin el humo que ahoga, o la niebla
que enturbia el mundo

yo vine a exigir ese derecho

porque nada gano o pierdo
en todo lo perdido

porque no me importa, si en este salto,
el monito que soy, se cae
en la noche
y descubre, en la encía,
el sabor eterno de la sangre
la verdad de la herida


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viernes, 1 de julio de 2011